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lunes, 5 de diciembre de 2011

Auditoría – Tesorería y compras, más efectivos para fraudes


De acuerdo a un estudio de la consultora KPMG, la mayoría de los fraudes que ocurren en empresas se da en las tesorerías, en donde  “el efectivo es más fácil de robar”, y en las compras, debido a la colusión entre los empleados y proveedores.

Estos datos fueron obtenidos de la Encuesta de Fraude en México 2010 presentada por la consultora KPMG. En dicho informe se asegura que la incidencia de los fraudes por malversación o robo de activos (en tesorerías) y los fraudes con proveedores suman 64% del total.
 
En cuanto a los daños económicos atribuibles a cada tipo de fraude se señaló que los mayores daños se relacionan con información financiera falsa o manipulada. Lo anterior representa 70% del total atribuible a los seis principales fraudes que se realizan: malversación (robo) de activos, fraudes relacionados con compras, fraudes relacionados con ventas, información financiera falsa o manipulada, fraude relacionado con marcas o patentes de la compañía y fraude cibernético.

Además, según la investigación, en muchos casos el modus operandi consiste en transferencias electrónicas de efectivo hechas directamente de la cuenta bancaria de la compañía a la de un empleado. En estos casos generalmente la administración no se da cuenta de la situación hasta después de un periodo promedio de 6 meses. 

Otras veces existen cheques emitidos al mismo beneficiario varias veces, cheques que se emiten “a nosotros mismos” y que son cambiados por efectivo.

También, explica KPMG, cuando hay pagos en efectivo, éste puede ser malversado. Al respecto, el informe indica que “cuando hay una caja general o incluso cajas chicas, se intercambia la comodidad por el control, y hemos visto casos donde se deposita el monto de la caja chica a un empleado en su cuenta personal”.

La forma que KPMG descubrió en que se comenten estos ilícitos es la siguiente: la existencia de empleados dentro del departamento de Finanzas que pueden hacer transferencias electrónicas desde su computadora sin que haya una segunda firma que las autorice. También mediante conciliaciones bancarias que no son revisadas con el detalle necesario. De esa forma, las salidas de efectivo no se documentan y no se autorizan conforme a las políticas de la empresa “debido a la urgencia”.

Fuente: Altonivel.com.mx