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jueves, 12 de enero de 2012

Por los Medios - Balances 2.0 (nota publicada en El Cronista Comercial)


Se transcribe a continuación la nota publicada en el día de hoy por El Cronista Comercial, escrita por Mariano Gorodisch:

“A partir de enero de este año, y en forma retroactiva al 2011, la Comisión Nacional de Valores obliga a las empresas que hagan oferta pública de sus acciones u obligaciones negociables a aplicar la adopción de las normas internacionales de información financiera, también conocidas por sus siglas en inglés como IFRS (International Financial Reporting Standards). Sólo quedan exceptuadas, por ahora, las compañías financieras y de seguros, que seguirán reguladas por el Banco Central y la Superintendencia de Seguros, respectivamente.
Diego Murdocca, socio de BDO, adelanta que la norma involucra la adecuación de la información comparativa: "Una conciliación especial debe ser preparada y expuesta como información complementaria en los primeros estados contables que se presenten para explicar las razones de los cambios que generaron".
Esta norma, que rige en los Estados Unidos, Europa, Japón, Rusia y China, también había llegado a Sudamérica, pues Chile ya la había adoptado en 2009 y Brasil en 2010. Sólo faltaba la Argentina. ¿Cuáles serán las consecuencias inmediatas? "A partir de ahora, estaremos alineados con el mundo. Cualquier empresa cotizante podrá ser comparada con una empresa de su misma industria de cualquier Bolsa del Primer Mundo", indica Maria José Antih, gerente de PricewaterhouseCoopers. "Esto significará un mayor acceso a los bancos internacionales a la hora de pedir un préstamo, e incluso poder obtener un menor costo de fondeo", informa Antih.
Para Graciela Laso, socia de Auditoría de KPMG, "esto pone a las empresas cotizantes en la Bolsa local más cerca de los mercados internacionales; en caso de que quieran acceder a Wall Street o al Nasdaq, los costos que tendrán que afrontar serán menores que hasta ahora".
Menores costos
Gustavo Masetto, socio de Auditoría de Deloitte, asegura que con esto se gana transparencia en la información contable: "Hablar un lenguaje común con el mundo es un elemento clave para atraer mayores inversores". A su juicio, el perjuicio es un mayor costo económico durante la transición, ya que las compañías deberán contratar a firmas de auditoría para capacitar a su personal a prepararlos a armar los estados contables bajo este nuevo modelo. Una jornada de un día sale $ 1.000, y se requieren al menos de tres jornadas. De hecho, muchas compañías directamente piden cursos in company para sus empleados. Laso, de KPMG, comenta que la nueva norma implica mostrar, a través de ciertos parámetros cuanti y cualitativos, tener conocimiento de cómo la firma lleva a cabo sus políticas de crédito, de cuales son sus riesgos financieros y cómo los gerencia.
Carlos Rozen, socio de BDO Argentina y presidente de la Asociación Argentina de Ética y Compliance, señala que las prácticas de control y gestión de riesgos son cada vez más demandadas entre las compañías locales. "Ya de por sí, las empresas listadas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires deben cumplir con ciertas normas de buen gobierno corporativo y de cuidado, confiabilidad y transparencia de la información financiera, con el objetivo de cuidar a todas las partes interesadas, y en especial al accionista minoritario, que no tiene injerencia en la preparación de dicha información, pero que toma decisiones de inversión a partir de ahí", advierte Rozen. 
Incluso, S&P incluyó la gestión de riesgos al evaluar empresas.”