De acuerdo a una
nota publicada en el sitio web Cincodias.com la Comisión Europea estudia
introducir la posibilidad para las microempresas de quedar exentas de la
obligación de presentar sus estados contables en el Registro Mercantil.
Pero al hablar de
microempresas “debe desterrarse de la mente la imagen de un empresario modesto,
con pocos trabajadores a su cargo y cuya suerte incide poco en la evolución de
la economía nacional. Sucede más bien lo contrario, las microempresas son
compañías que cumplen al menos dos de estas tres condiciones: tener menos de 10
empleados durante gran parte del año, facturar menos de un millón de euros o
registrar un balance con una cuantía inferior a los 500.000 euros.”
En la Europa
Comunitaria se presenta una situación muy similar a nuestro país, ya que el 85%
de las empresas europeas cumplen estos supuestos y, en el caso español, entre
el 75% y el 90% de las compañías poseen dos de estas características.
Las compañías,
empresarios, entidades financieras, asesorías contables, consultoras y
asociaciones de representación que resultarían afectadas por esta disposición
normativa están manteniendo un vivo debate sobre las ventajas y los
inconvenientes de esta decisión.
Dentro de las
ventajas se encuentra que la exención de presentar sus cuentas ante el Registro
Mercantil podría suponer un ahorro de 6.300 millones de euros anuales. Otras
razones en favor de la medida es reducir las cargas administrativas que deben
afrontar estas empresas, con el objetivo de que dirijan la mayor parte de sus
recursos a sus actividades productivas.
Sin embargo,
algunos expertos consideran las microempresas se verían obligadas a ofrecer esa
información a otros agentes del mercado que la reclaman, como entidades financieras,
autoridades fiscales o acreedores. "La conclusión más robusta del estudio
es que realmente la exención legal no va eximir a las microentidades de la
necesidad de tener que generar esta información para estar en el mercado",
subraya el responsable de comunicación de Crédito y Caución, Pavel Gómez. En este
sentido, dice que, en caso de que la medida fuera aprobada, solo un 8% de los
encuestados se conformaría con los datos aportados por la compañía sobre su
situación financiera y el porcentaje restante optaría por exigir más
información complementaria a la microempresa que se hubiera acogido a la
exención y, por tanto, no hubiera presentado cuentas.
Otro de los debates
que se genera es que de querer bajar la carga administrativa a las pequeñas
empresas se debería reducir la carga de información requerida por el fisco u
otros organismos de contralor, situación que en Argentina también conocemos en
profundidad.
En este sentido el
director general de la consultora Improven, Eduardo Navarro indica que "En
España tenemos muchos más problemas con las relaciones entre la empresa y la
Administración. La presentación de cuentas no es de los más relevantes".
En cualquier caso, los
expertos consideran que el mercado no puede funcionar sin información. "Es
inevitable en un mundo globalizado jugar con esas reglas. Cuando se va a cerrar
un acuerdo comercial con otra compañía, se trabaja normalmente a crédito. Hay
un riesgo evidente de no cobrar. Por eso, es inevitable que haya unos niveles
de información necesarios", afirma Gómez.
Es interesante
analizar estas versiones en función del impacto que podría tener en nuestro
país una medida similar, y es conocido el papel que juegan los estados
contables en muchas pequeñas empresas en nuestro país, o sea ser un mero canal
para la confección de las declaraciones juradas impositivas en lugar de
aprovecharlos como la valiosa herramienta de gestión que pueden ser.