Mientras el Gobierno sigue en la mira del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por la pobreza de resultados en la lucha contra el lavado de dinero y la debilidad de los controles en esa área, la Casa Rosada busca darle impulso a la legislación en esa materia.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y el ministro de Justicia, Julio Alak, dieron una conferencia de prensa para anunciar una reunión que tuvieron esta mañana con la presidenta Cristina Kirchner para "unificar criterios" y "avanzar" para que la ley anti lavado que fue remitida al Congreso el año pasado, se sancione el mes próximo.
En la última reunión del GAFI, la Argentina evitó una sanción directa, pero quedó en la mira. Logró que el GAFI no emitiera una "declaración pública", suerte de alerta internacional contra el país, y se limitara a dejarlo sometido a un proceso de "seguimiento especial" llamado ICRG, ese procedimiento obliga a la Argentina a presentar un nuevo informe con avances suplementarios en el próximo pleno del organismo, que se realizará en junio.
De allí el apuro oficial. La Casa Rosada quiere llegar a esa instancia con la ley antilavado aprobada.
"Hemos unificado criterios respecto del proyecto que ya fue enviado al Congreso. Se trata de conciliar posiciones para cumplir los tiempos en el plazo más corto posible y para lograr la sanción de la medida en el mes de mayo. Hemos ordenado los criterios que se van a sostener en el Congreso para llegar en tiempo y forma, como nos comprometimos en el ámbito internacional", afirmó Fernández durante la conferencia de prensa.
En la rueda de prensa, que terminó sin que pudieran hacerse preguntas, lo acompañaron el jefe del bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, y su par del Senado, Miguel Angel Pichetto.
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